martes, 22 de abril de 2008

Lecturas del lector jubilado

Catedral del mar.- Ildefonso Falcones(Random House Mondadori S. A. 2006
1ª edición de Bolsillo-Abril 2008- 670 páginas
Por Fabián Núñez Baquero
Junio 30 de 2008

La Catedral del mar es una ficción histórica. O, para ser más exactos, es una narración artística encabalgada en incontestables hechos históricos. El mismo autor nos hace saber que, en definitiva, siguió la Crónica de Pedro III de Cataluña. Bajo esta perspectiva podemos percibir el dominio el dominio del autor sobre sucesos de importancia decisiva en el devenir nacional. Pero, más que esto, sus estudios del modo de producción feudal del caso catalán se transforma en una historia de ampliación focal para iluminarnos cómo fue una época bárbara cuyo centro legal y de dominación fue la iglesia y la nobleza, bajo la religión cristiana como ideología dominante y la dictadura papal como gobierno mundial.
Lo que los historiadores llamaron la larga noche lúgubre del Medioevo, que como hoyo negro devoró toda posibilidad de conocimiento objetivo e impidió el despliegue real de la ciencia y la tecnología, constituye el marco conceptual y la atmósfera para el desarrollo de una historia de un payés como Bernat Estanyol y su hijo Arnau, personificando el prototipo del siervo fugitivo y la búsqueda de la libertad ciudadana, que no es otra que una libertad dentro del Modo de Producción mercantil-capitalista en una Barcelona que crece hacia el comercio y el tráfico marino, así como en poder y en conflicto con las potencias mercantiles de la época: los venecianos, sardos, castellanos ,moros y turcos.
Como el mismo autor lo declara, la Inquisición y el feudalismo fueron los más benignos en Cataluña si lo comparamos con lo que sucedió en la misma Castilla o en otros lugares de Europa. Y sin embargo, da pie para hechos de extrema crueldad y barbarie incoados por la nobleza como el derecho de pernada( la primera noche con la novia para el señor feudal), los cargantes impuestos, el trabajo obligatorio de los siervos, la terrible ley mosaica contra el adulterio, el extremo sojuzgamiento de la mujer y el brutal y retrógrado predominio de la iglesia y la denominada Santa Inquisición.
La novela gira en torno a la construcción de de la Catedral de Santa María, en Barcelona, una colosal edificación realizada gracias al trabajo gratuito de los bastaixos, que de alguna manera nos hace recordar las pirámides egipcias también edificadas con el aporte de mano de obra esclava y bajo el pretexto ideológico de la religión de los faraones. Si de alguna manera podemos sintetizar esta novela es diciendo que es un canto a los siervos de Cataluña. De hecho, mientras se celebra y ensalza a los bastaixos, en cambio, a los reyes, a la nobleza, se los retrata en su ridícula pompa y en su responsabilidad al desatar escaramuzas con nombres de guerras, y la violencia insensata, puesto que su política está basada en sus caprichos y deseos subjetivos.
El autor, además de su innegable simpatía para con los bastaixos y su repulsa a la nobleza y señores feudales, utiliza los recursos de la novela para dar corporeidad y sensualidad a sucesos y personajes. El estado de extrema desigualdad de la mujer y la penalización del adulterio se halla representado en la historia de Joanna.Es muy perceptible la situación de la comunidad judía, su riqueza y su dependencia de nobles y pueblo fanatizado por los curas. Tal cual ahora se culpa a los emigrantes de todos los males de España, en esa época eran los judíos el chivo expiatoria para exorcizar incluso a la bubónica o las enfermedades producto de una sociedad cuya ignorancia y superstición religiosa corrían parejas con la suciedad de sus calles y de sus hogares.
El uso de la Inquisición como método de enriquecimiento a costa de las riquezas incautadas a los acusados de herejía, además, la prostitución, el hambre, el desaseo general y la proliferación de las ratas que da por resultado la peste bubónica que diezma la población.Muy repetidamente, en el transcurso de la lectura, uno se interroga sobre cuál barbarie es más soportable: la barbarie de la servidumbre en el Medioevo o la actual barbarie capitalista.
Lo que podríamos decir es que son barbaries distintas (cada cual con su infierno particular), con la variante pobremente consoladora de que la actual es el producto del refinamiento de toda la sociedad humana adquirido en varios milenios. La anécdota, el referente narrativo ha sido elaborado con entusiasmo y gran imaginación. El éxito alcanzado por esta novela es bien merecido. Es un antecedente artístico notable para una futura creación que tome en cuenta a los actuales siervos del capital.

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