Blog del poeta Fabián Núñez Baquero
Cada palabra es una puerta abierta a un paisaje matutino donde se refrescan las borrascas y se amainan las tempestades. No hay sitio más preciso que la mañana para ordenar el caos de la noche y ablandar la ríspida violencia del tiempo coaxial. Sé que una oración se esconde en toda la estructura del hombre y que nos hace falta palabras para mantenernos y resucitar en el alba. Hay una palabra para la mujer amada y otra especial para decir a las personas que el mundo puede cambiar hasta tal punto que el sol se acurruque en cada pecho a pleno pulmón y con un color arcoiris para que el prisma esté completo y la alegría se exapanda como una onda de hidrógeno. Doy-he dado y daré- mi corazón por esta entrada misteriosa y pujante que nos abre por sí sola la persiana para toda consolación, para que el hombre y el mundo pongan la frente en el firmamento y los ojos en un futuro con esplendor.
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