LA DOBLE Y ÚNICA MUJER COMO PROBLEMA BIOLÓGICO Y TOTAL DE UN ESCRITOR
(Reflexiones sobre un cuento de Pablo Palacio)
Por Fabián Núñez Baquero
domingo, 27 febrero 2005
El hombre piensa, sufre, admira y reza a la vez con su cerebro y con todos sus órganos Alexis Carrel-citado por Jean Rostand, en Ciencia Falsa y Falsas Ciencias,p.74,Salvat, España,1971)
La solución genial del problema sobre la relación del pensamiento con el mundo de los cuerpos en el espacio fuera del pensamiento ( es decir, fuera de la cabeza del hombre), formulada por Espinoza en forma de tesis: pensamiento y extensión no son dos substancias sino sólo dos atributos de una y la misma substancia, es difícil de sobrestimar…
Desde el punto de vista de Espinoza, el pensamiento antes y fuera de su expresión espacial en la materia favorable para ellos, simplemente no existe. (E. V. Ilienkov, Lógica Dialéctica,p. 46, Edit. Progreso, Moscú,1977 ).
Introducción:
Parece ser un criterio común, sustentado al menos por algunos filósofos y estetas, el de que por más fantasiosa, extraña o imaginativa pueda resultar una obra de arte, ésta siempre basamenta su razón de ser en la realidad concreta. Esto es lo que se quiere decir con ese tan manoseado tópico no podemos inventar sino la realidad. En efecto, ni en el pensamiento conceptual más elevado ( la matemática pura, por ejemplo ), ni en el arte ni en la disciplina más abstracta posible, podemos divorciarnos de los canales y senderos que nos unen-como seres biológicos que somos- en la orgánica continua-discontinua red de la naturaleza y el universo. La abstracción, la elaboración de símbolos e imágenes, los lenguaje y metalenguajes no son más- conforme a esto- que materia en movimiento, aunque esta materia sea pulida, refinada y tamizada hasta casi tornarla invisible y aparentemente sin concreción material.
Lo que venimos diciendo se evidencia con particularidad en la ciencia ficción. La mayor parte de los literatos que se dedican al género proponen mundos, seres y cosas, sucesos y aconteceres que parecen manifestar lo irreal o lo inexistente. Sin embargo, un estudio más o menos pormenorizado de sus edificios estéticos, dará como resultado una serie de elementos y datos que integrarán una visión real del mundo o, por lo menos, un origen o causalidad materiales. Por lo demás, no debemos olvidar que los cultores de este género son ellos mismo- empezando con Verne- de algún modo científicos e interesados en la técnica y en la ciencia. Ya Haldane, comentando a Lovecraft, hizo hincapié en la posibilidad química y biológica en general, de que pueda materializarse, darse en lo concreto las personificaciones e intuiciones sobrenaturales del genio de Providence ( ver el Prólogo a los Mitos de Cthulú, el terror materialista en la literatura
De hecho, Lovecraft y sus discípulos, el famoso Isaac Asimov, Silverberg,Pohl,etc., sino han sido científicos directos- como el caso de Asimov- por lo menos han sido divulgadores o amantes de la ciencia.
Sin disputa, nuestro genial Pablo Palacio ha sido considerado como narrador de ciencia ficción e incluido en antologías de esta especialidad. Pienso que tal vez las narraciones más representativa a este respecto son Luz Lateral, El Antropófago y, ante todo, La Doble y Única Mujer.
Sospecho que a todos ha llamado la atención-dentro de esa fauna teratológica palaciana- esa fémina retratada en cuerpo presente y en alma ubicua y circunvalante.
Para tratar de desatar ese nudo dialéctico que representa esa singular creación propongo una lectura biológica de la creación: la causalidad múltiple que pudo condicionar la preocupación del escritor en tal temática. Con tal proceder no creo que la genialidad irreprochable de Palacio sufra ninguna merma- ni ello es posible siquiera imaginarse-. Al contrario creo que su capacidad de escritor total se vería amplificada y, ante todo, tomaría una connotación, a lo mejor, concorde con su realidad humana y sus búsquedas vitales.
Para tranquilidad de los que están convencidos de que en el arte suceda- según ellos- como en el génesis de todo lo creado, es decir, que las cosas y el mundo salen de la nada, debo remitirles a la confesión sin ambages ni reticencias de Roberto Silverberg,( ver Lo Mejor de Robert Silverberg colecc. Bruguera,Barcelona 1977, p. 72), quien nos relata que su narración Para Ver al Hombre Invisible fue tomada de un tema accesorio y ornamental de La Lotería de Babilonia de Jorge Luis Borges. Así, la materia de los creadores surge no por generación espontánea sino por asimilación y profundización de la ya dada en otros o por el estudio de fenómenos vinculados a la universidad ( una y diversa) de la vida. De modo que no vamos a cometer ningún desacato al leer biológicamente La Doble y Única Mujer.
LA HISTORIA
Pablo Palacio expone el nacimiento, la vida y el fenómeno degenerativo de una mujer que posee dos cabezas, cuatro brazos, cuatro piernas, dos voliciones en lo afectivo, remembranzas y sensaciones diversas y es una sola en lo que respecta a la visión mental de todos los procesos. El relato describe todos los problemas inherentes al desarrollo y al desenvolvimiento de un ser semejante tanto en relación consigo misma como en sus relaciones sociales y afectivas. El origen del nacimiento de tal ser, tratado con la debida ambigüedad por Palacio, nos lleva de la mano hacia un hogar de padres ricos, en el cual la madre se encuentra sola debido a la ausencia del marido. Ésta es visitada por un médico amigo quien distrae el aburrimiento de la señora embarazada con el expediente de mostrarle estampas dislocadas y absurdas y contándole relatos extraños, lo que parece que impresionaron la maternidad de mi madre. En el fondo, el misterio del origen parece centrarse en la soledad de la madre, sus lecturas perniciosas y novelescas , la influencia de las imágenes y las insinuaciones visuales del médico amigo. Pues sucedió con mi madre ( cito siempre de la Edición de Clásicos Ariel, Obras Escogidas de Pablo Palacio, Quito-Guayaquil, págs. 57-71 ) que, en cierto modo ayudada por aquel señor médico, llegó a creer tanto en la existencia de individuos extraños que poco a poco llegó a figurarse un fenómeno del que soy retrato, con el que se entretenía a veces, mirándolo, y se horrorizaba más.
Todas las contrariedades, el odio y el amor al mismo tiempo que genera en sus padres, los criados, en las reacciones de sus amistades, etc., la misma compasión insultante , son todos los factores que pueden contribuir a explicar el suicidio del padre de esta criatura. A los 21 años ella se independiza de su madre, la que aparentó un gran dolor, que talvez habría tenido algo de verdadero, puesto que mi separación representaba una notabilísima disminución de la fortuna que ella usufructuaba.
Luego viene la etapa difícil de su adaptación a la sociedad, de la cual se separa definitivamente después de sufrir un enamoramiento que, como es lógico, fue un completo fracaso. Al final del cuento Palacio nos da las líneas necesarias como para poder entrever la extinción de la extraña criatura: Una de mis partes envenena al todo. Esa llaga que se abre como una rosa y cuya sangre es absorbida por mi otro vientre irá comiéndose todo mi organismo.
Es un resumen bastante arbitrario, pero creo que pueda esquematizar la idea general de lo que acontece en la narrado.
LA DOBLE Y ÚNICA MUJER COMO INVESTIGACIÓN TOTAL EN EL SENTIDO GENÉTICO Y AFECTIVO PARA UNA LIBERACIÓN DEL SER DEL ESCRITOR
Podría creerse que La Doble y Única Mujer fue el resultado o el punto de partida de ( o para) una investigación total en el sentido genético y afectivo para lograr una liberación del escritor. Al decir esto pensamos que Palacio se encontraba profundamente desequilibrado en la salud de su cuerpo y de su mente. No es casual ni fortuita la circunstancia de terminar su narración Luz Lateral con la conocida reiteración: Treponema pálido! Treponema pálido!
Él estaba profundamente conmovido con su enfermedad y con las implicaciones que ella le acarrearía y sus proyecciones. Por ello- reconocida su capacidad intelectual-, él se puso a estudiar los fenómenos los fundamentos biológicos de su caso. Encontró muy poco, es verdad, pero lo que halló fue muy significativo, encontró el situs inversus, el monstruo doble y su posible génesis: la infección sifilítica. Un biólogo de la época_ Jean Rostand- quien empezó a publicar sus obras que más fama le dieron a partir de la década del 30, tiene una obra, Ciencia Falsa y Falsa Ciencias ( cito de la Edición Salvat, España 1971 ), en cuyo capítulo Las Singularidades del Hombre( pág. 89-90 ), encontramos lo siguiente:
Relacionado con la experiencia natural de la duplicación embrionaria, se da el caso de producción de una anomalía poco corriente y muy interesante- anomalía de la anomalía, si cabe decir, que es el de situs inversus, o inversión general de las vísceras.
Tal fenómeno se presenta, en efecto, muy frecuentemente en los monstruos dobles.
Y un poco más antes aclara:
Ignoramos totalmente por qué, en ciertos huevos, tiene lugar esta duplicación del embrión. Se ha pensado en un retraso en la introducción del huevo, retraso que vendría explicado a su vez por algún trastorno del mecanismo hormonal; otros, siguiendo a Fournier, han pensado en una infección sifilítica; y hay quienes han creído ver en este fenómeno el efecto de la acción de algunos virus.
Subrayado nuestro.
Nótese que nuestra hipótesis de trabajo adquiere más sentido y solidez si- y sólo si- Palacio habría estudiado estos textos. En todo caso hay elementos que nos inducen a pensar que los conocía- sino estos, otros similares-. Como buen jurisconsulto que era es muy probable que se interesó en las soluciones jurídicas para casos de situs inversus.
Si un monstruo doble ( un solo cuerpo con dos cabezas) tiene un hijo y cada fracción del monstruo reclama la paternidad de éste, el médico jurisconsulto se encontrará ante un problema absolutamente insoluble. ( Dr. Marín, Histoirs des monstres depuis l, antiquité jusqu`a nos jours.Reinwald,1880).
A continuación Rostand mismo toma la palabra y se expresa así:
Sobre estos problemas-escribía Isidore Geoffrey Saint Hilaire- y sobre otros muchos que se podrían añadir a continuación, los abogados encontrarán quizá materias para interminables discusiones; pero para quien posea los datos científicos, para su solución, el problema más importante de todos es muy sencillo, hasta tal punto, que en todos los países en donde han existido monstruos dobles, el sentido común ha encontrado generalmente soluciones iguales. Todo monstruo doble con dos cabezas, tenga o no los cuerpos separados, debe ser considerado como dos; todo monstruo doble con una sola cabeza, tenga o no dos cuerpos, se considerará como un único individuo. Ibidem.
A propósito de este problema jurídico, nótese que en el cuento Palacio pone especial énfasis en rescatar la unicidad de la mujer:
Indudablemente, la explicación que he pensado dar a posteriores hechos, puede aplicarse también a lo referido; lo que aclarará perfectamente mi empecinamiento en designarse siempre de la manera que vengo haciéndolo: yo, y que desbaratará completamente la clasificación de los teratólogos, que han nominado a casos semejantes como monstruos dobles, y que se empecinan, a su vez en hablar de éstos como si en cada caso fueran dos seres distintos, en plural, ellos. Los teratólogos sólo han atendido a la parte visible que origina una separación orgánica; aunque en verdad los puntos de contacto son infinitos; y no sólo de contacto, puesto que existen órganos indivisibles que sirven a la vez para la vida de la comunidad aparentemente establecida. (págs. 58-59)
De hecho, a través de toda la narración palaciana podemos adivinar o, mejor, constatar, por lo menos las lecturas biológicas del escritor y ello no solo en La Doble y Única Mujer, sino en otras como Luz Lateral, El Antropófago y hasta en Un Hombre muerto a Puntapiés donde se destaca la aberración consistente en la diferencia entre el sexo aparente o somático y el genético o cromosómico.La no coincidencia entre ellos da lugar al fenómeno de hombres afeminados o mujeres masculinizadas.
En general, al leer los relatos de Palacio, se piensa en los fenómenos de mutación, mosaico sanguíneo u hombres-quimera que destacan los biólogos. En la narración que estudiamos, desde el inicio Palacio se refiere a los animales que ríen, así entre comillas, expresión tomada de los biólogos para referirse al hombre. De ahí que en el tercer párrafo haga fisga- con su conocida ironía- de los gramáticos o cazadores de gazapos como dando a entender que su preocupación, su creación misma no tenía intenciones simples o meramente literarias. Lo mismo dice con respecto a los moralistas. Lo que entre líneas significa que él se instalaba en los hechos biológicos que se encuentran más allá del bien y del mal, y para los cuales es accesorio al describirlos, ser o no un buen gramático.
Para comprobar que Palacio pensaba en términos de mutación, mosaico sanguíneo o macedonia de sangres y los hombres-quimeras de la biología, permítasenos transcribir el siguiente párrafo:
Yo-segunda tengo los ojos azules y la cara fina y blanca. Hay dulces sombras de pestañas. Yo-primera talvez soy menos bella. Las mismas facciones son endurecidas por el entrecejo y por la boca imperiosa.
La descripción concuerda con lo que los biólogos denominan hermanos siameses con mosaico sanguíneo:
Cuando los dos embriones producidos por un mismo huevo se separan imperfectamente, se produce el monstruo doble, o sea los hermanos siameses.
Es posible que quepa incluir en los mosaicos el caso de los ojos zarcos. De una estrella de cine, Jan Clark- la joven de los ojos bicolores- se ha dicho que tenía un ojo marrón como los de su madre, de origen alemán, y otro azul como los de su padre, de origen suizo. Explicación que, genéticamente, no es en absoluto inaceptable. Jan Clark pertenece, si se quiere, al grupo de las mujeres singulares.
La prueba de ello es que la mayoría de estos terneros gemelos presentan un mosaico sanguíneo; son genéticamente hablando seres quimera, pues sus tejidos formadores de sangre- o hemopoyéticos- son de proveniencia mixta. Volviendo al hombre, se admite que el estado de quimera o macedonia de sangres puede igualmente producirse en nuestra especie, pero en condiciones tan excepcionales- quizás una vez entre diez mil casos de gemelos falsos- que, hasta la fecha, no se conoce más que un solo caso que de lo demuestre.
Todas estas complicaciones de un ser biológico de esta naturaleza le hace decir, en la narración a Palacio:
Ha venido el médico y me ha hablado de proliferación de células, de neoformaciones. En fin, algo vago, pero que yo comprendo. El pobre habrá querido no impresionarme. ¿Qué me importa eso a mí, con la vida que llevo? Nadie puede quererme, porque me han obligado a cargar con este mi fardo, mi sombra; me han oobligado a cargarme mi duplicación.
Ante esto el biólogo responde:
Si durante el desarrollo embrionario se produce en una célula somática una mutación de genes o de cromosomas, podrá formarse una parte del cuerpo que no tenga la misma composición genética que el resto.
Como si confirmara en el plano psicológico esta constatación del biólogo, la extraña mujer dice:
…al sufrir la influencia y el funcionamiento de un mecanismo complicado que no es posible que alguien conozca fuera de mí, creo que todo esto es admirable y que soy para los mediocres como un pequeño dios.
Para tener todavía una noción más exacta del origen genético de la narración de Palacio, no puedo prescindir de copiar un párrafo de Rostand donde se describe un gallo-doble que parece un mecánico y asimétrico rompecabezas, una especie de versión metafísica de un animal:
El Dr. Tissot ha expuesto no hace mucho el caso de un gallo criado en Edimburgo por Greenwood y que era perfectamente bipartito: de raza Sussex a la derecha y de raza Rhode Island a la izquierda, como si algún travieso taumaturgo hubiese pegado dos mitades de gallos diferentes… El éxito era tal y tan preciso que la mitad derecha del pico y la pata derecha eran blancas, como lo son la raza Sussex, y la mitad izquierda del pico y la pata izquierda amarilla, como cuadra a la raza Rhode.
Destaco este texto como una muestra de pensamiento metafísico ( aunque real y compartimentado en todas sus partes), en contraste con la realidad dialéctica que narra Palacio. En definitiva no en vano fue profesor de lógica y filosofía. Lo que de hecho es propio y singular de la creación palaciana- aparte de su origen biológico- son las implicaciones emocionales y sociales de este ser binario y contradictorio.
En especial mi amor por los niños acaba por hacerme llorar. Quisiera tener a algunos en mis brazos y hacerle reir con mis gracias. Pero ellos, apenas me acerco, gritan asustados y corren…
A fuerza de costumbre y de soportar esta contrariedad, no siento absolutamente el principio social. Olvidando todas mis inquietudes me he hecho una solitaria.
Si en algún momento hacemos un análisis de las creaciones palacianas, notaremos que adolecen de una constante en medio de su diversidad: su preocupación por el origen natalicio, el feto, el embrión y ello aparte de los elementos con los cuales se solapen. Este dato añadido a lo que conocemos de su infancia produce en él, al describirlo, un estado de liberación puesto que utiliza toda su capacidad de escritor total para no dar saltos mecánicos, groseros, desde la realidad objetiva hasta la subjetiva y de ésta hacia la conciencia social y de ella hasta su retorno nuevamente, todo este trayecto recorrido bajo rieles sutilmente dialécticos y críticos. Es decir que hay que tomar en cuenta que Palacio no era simplemente un literato ( sin subestimaciones de ninguna especie), sino que, por su experiencia, por su enfermedad, por su sufrimiento, por su genialidad, incluso, toda su obra fue una investigación científico-social para liberar su ser y su conciencia que, desde su infancia, soportaron el deseuilibrio, la enfermedad, la desadaptación. De ahí que le peor inconsecuencia que se pueda tener con con tan eminente creador es decir que su obra es subjetiva, cuando- lo hemos comrobado aunque sea parcialmente-, él, por el contrario, propone su obra artística como un problema vital total, como una investigación que libere a él y a la sociedad de sus taras, sus traumas, sus prejuicios, su locura y su bestialidad, su falta de amor e inhumanidad. Que permita a los hombres salir de la ignorancia, de la injusticia, que hace gritar al escritor con sangre arterial:
Nací más o menos dentro del período normal, aunque no aseguro que fueran normales los sufrimientos porque tuvo que pasar mi pobre madre, no sólo durante el trance sino después, porque apenas me vieron, horrorizados, el médico y el ayudante, se lo contaron a mi padre, y éste, encolerizado, la insultó y la pegó, talvez con la misma justicia, mas o menos, que la que asiste a algunos maridos que maltratan a sus mujeres porque les dieron una hija en vez de un varón como querían.
Esta declaración de La Doble y Única Mujer- que lo es la del escritor- puede suscribir y fundamentarla un biólogo para quien la lotería genética exime de toda responsabilidad al hombre y a la mujer como engendradores que no pueden dirigir conscientemente este proceso. También lo puede suscribir un sociólogo, un político, un filósofo, para quienes el sometimiento de la mujer y la ignorancia biológica del hombre, hacen que el macho trate de cargar a la mujer- no sólo con el trabajo y la desigualdad- sino también con la culpa de dar a luz una criatura que ha sido condicionada no sólo por su entorno social sino por el resultado azárico de los genes y los cromosomas.
No creo que se pueda ser más objetivo, más social y dialéctico, más humanista que lo que fue este formidable hijo de Loja, doble hijo porque comparte con ella la soledad y la desatención de los que dicen amarla.
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