
Otra vez Sansón y los sionistas
Por Fabián Núñez Baquero
30/12/08
La quijada de asno del Sansón sionista vuelve a triturar los huesos, a tronchar las vidas de centenares de vidas palestinas y en la misma Gaza donde- según la Biblia- se destacaron las correrías sanguinarias y racistas del famoso Juez de Israel que acuñó para la posteridad la famosa e infame expresión: “muera Sansón y los filisteos, los que son y los que no son.” Y como luego de esa turbia y casi enterrada época patriarcal, Sansón y los sionistas vuelven ahora a presentarse como víctimas en vez de victimarios y para no mancharse siquiera las manos, han enviado bombarderos no tripulados, manejados a control remoto y en lugar de hacerlo en el campo de batalla, en cualquier momento, han elegido la hora cuando los niños salen de la escuela y en el geto llamado Gaza, el corredor más densamente poblado del mundo, para afinar más sus blancos genocidas y extender más la masacre.
Todos lo sabemos, ahora esa quijada de asno significa una refinada y mortífera maquinaria de guerra con la más alta tecnología del planeta, apoyada en la asistencia tecnológica y respaldo político de la primera potencia militar de la Tierra, EEUU y sus gobernantes: George Bush, quien, con hipocresía imperial, manda a que la organización Hamás pare de lanzar sus pobres misiles de fabricación casera que apenas han alcanzado un blanco en meses , como prerrequisito para que Israel detenga su bárbara carnicería. Y el próximo presidente Barak Obama, que hace honor al nombre judío que tiene, guarda un silencio tan mortal, que sólo es superado por el silencio de los altos jeques millonarios y demás gobernantes árabes que no hacen nada por defender a un pueblo que está siendo vilmente exterminado para arrebatarle su territorio que le pertenece desde hace milenios.
El nuevo Sansón sionista ha creado un muro de oprobio del apartheid palestino en Cisjordania en donde sin que haya el pretexto de Hamás, ataca, mata y martiriza a los palestinos. Ha impedido, en estos meses, que los sionistas llaman de “tregua”, que los palestinos dispongan de siquiera una vida normal. Por el contrario, la carnicería blanca de los sionistas se ha dado a través del bloqueo de alimentos, combustible, transporte, escacez de agua, electricidad que cortan a cada momento y cuando los palestinos han construido túneles para salir en busca de trabajo y alimentos, los bombardean inmisericordemente con el sucio apoyo del régimen de Hosni Mubarak y del régimen sirio.
Son decenas de miles de vidas que los sionistas han cobrado en todas estas matanzas con el fin de echar adelante un espurio Estado de Israel, que fue fundado sobre pilas de cadáveres palestinos en 1948, con el apoyo de esa Celestina de EEUU llamada ONU, del imperialismo británico, en un territorio que por más de dos mil años ni siquiera fue visitado por los sionistas, que se hacen llamar “el pueblo elegido de Dios” y que pretenden tener derecho a ese territorio imponiendo el mito teocrático de la tierra prometida, basado en leyendas y cuentos relatados por ellos mismos y que constan en un libro racista y morboso llamado Biblia.
Es como si la élite dominante peruana, aduciendo la existencia del imperio incásico del Tahuantinsuyo en los siglos XIII y XIV de nuestra era, reclamaran por la fuerza de las armas la propiedad de los territorios que ahora pertenecen a estados como Bolivia, Ecuador, Colombia, Chile y Argentina. Por supuesto a la élite dominante peruana jamás se le ha puesto en la cabeza semejante estupidez.Pero siquiera el Tahuantinsuyo existió solo hace 400 o 500 años. Los sionistas salieron de Palestina, luego de que el imperio romano destruyó Jerusalem a finales del primer siglo de nuestra era. Es decir por más de dos mil años, tiempo en el cual ellos se convirtieron en los grandes banqueros y prestamistas en los países que habitaban, y, por supuesto, con todo el poder económico hasta en centros tan gigantes como el imperio norteamericano. Hoy los sionistas reinan en la Casa Blanca, y como John Petras lo establece, con Barak Obama en realidad se da un gobierno judío en los EEUU.
De manera que el Sansón sionista, luego de enriquecerse vía agio y comercio en todo el mundo, en las primeras décadas del siglo XX vuelve los ojos a la humilde Palestina, con nostalgia patriarcal recordando historias de cómo Abraham imponía el apartheid racista a su propio hijo de esclava, Ismael, y de cómo él- igual que los ingleses y la ONU- les ofreció obsequiar “la Tierra Prometida”, una tierra que jamás le perteneció, pero que ya desde esos lejanos tiempos incitó a despojar a sus verdaderos dueños, los en ese entonces llamados filisteos, madianitas u otras tribus árabes. Hoy como ayer, los sionistas adoptan mitos eficaces para aparecer como víctimas. Ayer se presentaron como el David que lanzaba la honda y la piedra redentora frente al gigante filisteo llamado Goliat. Pero ayer y ahora el Goliat han sido los mismos sionistas. El mito- como todo el mundo lo puede ver en televisión- es al revés: son los palestinos los pequeños y valientes Davides lanzadores de piedras contra el monstruo atómico.
Es fácil con todos los capitales de sionistas del mundo transformar la tierra en un paraíso terrenal, como los sionistas lo han hecho en la tierra que van despojando a los palestinos. Y es fácil imponer su dominio si se tiene sionistas en los primeros puestos del imperio, tal como Moisés tenía gran poder en la corte del Faraón. Ahora el Faraón se llama Barak Obama. Y los palestinos no tienen a quién volver los ojos, que no sea a los trabajadores y pobres del mundo.
Los palestinos tienen que confiar en sus propias fuerzas y la solidaridad proletaria internacional. Sus mismo representantes como Al Fatah, la OLP, Hamás, no han sido, no son la dirección adecuada, porque dan pretexto que por las piedras que lanzan, les respondan con reales bombas de destrucción masiva. Pero los pobres no podemos elegir: en la guerra tan desigual entre piedras y la bomba atómica, las piedras son los símbolos, el lenguaje con el cual los palestinos están diciendo al mundo: tan desnudos y pequeños como somos, luchamos con lo que tenemos, pero ¿ustedes qué hacen?
Mubarak de Egipto come del mismo plato de lentejas- como lo hacía algún personaje sionista en los tiempos patriarcales- que la jefe de policía del Shin Bet, la mortal judía polacaTzipi Livni y con ella prepara los guisos de la muerte. Los jeques árabes multimillonarios están tan hartos y tan lejos del pueblo, que no pueden ver que están asesinando a sus propios hermanos, y mas bien apoyan a los sionistas por omisión. La ONU, como siempre, está a las órdenes del imperio de EEUU, que a la vez está a la orden de los millonarios, entre los cuales hay una mayoría sionista.
Los jefes de gobierno europeo son más sionistas que los sionistas y tienen el prejuicio medieval de que todo árabe, por serlo, ya es terrorista. Los gobernantes de América Latina, salvo pocas excepciones, están convencidos que los sionistas son sus mejores amigos y que los palestinos son los malos de la película, las ovejas negras de la familia.
Pero pese a todo este panorama negro, pese al curso asesino de la invasión por tierra de los sionistas, la razón no pide fuerza, sino que la fuerza de la razón tiene que transformarse en la fuerza necesaria para congregar la presión de los oprimidos del mundo, los únicos que tienen y deben salir en defensa de la martirizada Palestina, y moverse para acabar con este monstruo creado por el imperio. Si Israel ha bloqueado y aislado a los palestinos, es necesario que las masas luchen por un bloqueo y aislamiento total de Israel. Ningún vínculo diplomático, cultural,comercial, técnico. Israel debe ser maniatado de cuerpo y alma, debe ser condenada al ostracismo planetario. Si los sionistas han matado a miles de palestinos, los responsables deben ser juzgados por crímenes de guerra y lesa humanidad y sentados en el banquillo de los acusados y sentenciados. Los trabajadores en la propia Israel deben negarse a trabajar para los asesinos. Deben unir fuerza con los trabajadores de Palestina y de todo el mundo para la huelga mundial contra Israel. Israel, los sionistas y el sionismo no pueden ser exterminados ni siquiera con la bomba atómica, pero pueden ser derrotados por el poder incontrastable de las masas logrando el aislamiento, el maniatamiento total del mostruo atómico, el bloqueo y la huelga mundial contra el Goliat fascista.
1 comentario:
Gracias compañero, me llena de alegría saber que en todo el mundo hay gente como nosotros, por mi parte, le pediría que siga escribiendo. Un abrazo fuerte.
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