miércoles, 16 de abril de 2008

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La injuria en Montalvo (Adenda no publicada)

Por: Fabián Núñez Baquero



En una nota sobre el arte de injuriar[1] el desdeñoso señor Borges comete una omisión no del todo perdonable en un erudito cuyo interés enfático radica en estampar citas en lengua inglesa y alemana.Se trata de que, nombrando a Swift, Grroussac, Voltaire, Quevedo, Bernard Shaw, Macedonio Fernández y hasta a Vargas Vila, como preclaros ejemplos en la ciencia del agravio, se olvida, sin justificación que valga, de un americano ilustre, del cual, en este género, todavía tenemos mucho que aprender.
En efecto, es evidente que sólo conociendo a Montalvo en su aspecto polémico ( aspecto definitivo en su carácter de literato) y comentándolo en el campo del insulto y de la injuria, creemos que el señor Borges no se hubiera contentado con su tan parvo repertorio de modos y maneras de herir al prójimo. La misma muestra de la injuria más espléndida que conozco (Borges), tomada de Vargas Vila, para los que conocemos al Cosmopolita y la idolatría que despertó en el escritor colombiano, se nos hace clara, diáfana la reminiscencia. Hela aquí: Los dioses no consintieron que Santos Chocano deshonrara el patíbulo muriendo en él. Ahí está vivo, después de haber fatigado la infamia. Adviértase bien. Infamia, patíbulo, sustantivos demasiado familiares en la literatura del genio ambateño.

Abro al azar Las Catilinarias y encuentro en la Décimo segunda esta afirmación: Desprecio el que este confidente del patíbulo me inspira. Entre paréntesis, Borges más adelante dice :injuria tanto más singular si consideramos que es el único roce de su autor ( Vargas Vila) con la literatura. El subrayado es mío. ¿Cómo debemos interpretar la expresión , el único roce de su autor(Vargas Vila) con la literatura?

¿Quiere decir que el autor del libro Aura o las violetas escribió sólo ese libro o panfleto contra Chocano y no escribió más, o, por el contrario, que sólo este libelo o sólo esa frase injuriosa merece llamarse literatura? Cualquiera sea la respuesta, en todo caso forzoso es admitir que en esta ocasión el argentino se encuentra del todo desinformado. Como quiera que sea, lo que sí creo imprescindible hacer constar es que si a alguien podemos dar el título de representante máximo del insulto en la Latinoamérica de su tiempo, es precisamente a Montalvo. No en vano el gran pensador y literato vasco, Miguel de Unamuno, alabó sobre todo el alma generosa de Montalvo que se traslucía en su dominio del insulto. No pretendo anular la labor de otras personalidades robustas y con definición, pero, con todo, ninguna de ellas ejercitó con más sabiduría, con más explosivas manifestaciones, con más euritmia y propiedad, con más polifacéticas tonalidades, con más energía y aplomo, esta ciencia sutil, como Montalvo. Ya en un ensayo, que debemos agradecer, Hernán Rodríguez Castelo nos habló del Montalvo humorista..

En el Olimpo de la risa montalvina se encuentra un poco de todo y en grados encantadoramente sucesivos: desde la insinuación delicada a la sonrisa, hasta el sarcasmo más despiadado. El desprecio corre parejas con la filigrana de la ironía; la carcajada ecuménica se completa con la risita subrepticia, de mala intención, demoledora, aplastante. Encontramos también las frases alusivas e indeterminadas que se prestan para conjeturas inicuas. Humor y vinagre, cólera y fustigación, arrebatos escandalosos y cortesías con befa, burla y desprecio, toda una amplia gama de técnicas difícilmente superables.
No es mi intención transcribir modelos de todas las formas de la injuria montalvina, pues eso sería punto menos que imposible. Cada página de las Catilinarias, las Páginas Desconocidas, La Mercurial Eclesiástica, Los Capítulos que se le olvidaron a Cervantes y hasta los 7 Tratados, guardan primores en este género. Más bien quisiera dejar indicados algunos recursos con los que Montalvo logra efectos destructivos por medio de una inteligente química mordaz y apasionada.
Así, tenemos el agravio como resultado de una situación mecánica o física, que atribuye a sus personajes:

Mera escribe en cuclillas... El tiempo le ha podrido la ropa en el cuerpo y con un embudo en la cabeza, viene arrastrando las sandalias. Se crió sin pantalón hasta los 35 años y se educó con harina de cebada...

En este último ejemplo también se hace presente la transposición de sentido del verbo educar al de comer.
Consignemos dos paradigmas de la injuria sentenciosa:

La vanidad es lo último que muere en el pecho de los tontos.
En los grandes conflictos, dice un filósofo, las grandes resoluciones son las que pueden salvarnos, don Antonio Borrero tomó la de hacer relinchar a su yegua...

Es de gran efecto la ironía con ruptura en la secuencia(concordancia) del género:

Poetas, se va Mecenas, se va Augusto, llorad. Se va Cristina de Suecia, se va Luis XIV.

No es menos graciosa la burla por consecuencia o por inducción:

Si pues una pulga vivía en casa de un príncipe, por qué otras no han de vivir en la camisa de un canónigo aventajado de sangre?

La nota cómica se recarga en la hipérbole aventajado.

Para terminar, copiamos una muestra de insulto con aclaración:

Cuando ha sido menester llamarle ladrón, he anticipado la advertencia de que es joven.

Sólo con estos ejemplos el señor Borges pudiera
...

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¿Hasta cuándo?… P or Fabián Núñez Baquero 18/03/22   ¡ No más guerras por Dios! ¡ No más negocio...