Gracias, Berta, por tus dones

Gracias, Berta, por tus dones
Fabián Núñez Baquero
19/05/2011

No se puede añadir un pelo a la esencial melitonia de esa fantástica muchacha llamada Berta Rojas. Vino el 17 de Mayo con su guitarra encantada a embelesarnos por un momento fugaz y eterno y luego dejarnos con una carga de sonidos altos y educados. Berta Rojas es de la tierra del frondoso y lapidario Roa Bastos, estuvo en Quito con motivo del bicentenario de la independencia de su Paraguay querido y nos participó de la solución armónica de sus manos legendarias. La primera parte de su reportorio abarcó temas y autores contemporáneos, como el inglés Lindsey Clark , el costarricense Edin Solís, el coreano Byeong Woo Lee, hasta el argentino Quique Sinesi y el Brasileño Egberto Gismonti. La segunda parte la dedicó al inmortal Agustín Barrios ( Mangoré), de quien ejecutó Danzas Paraguayas, Sueño en la Floresta, Estudios Sinfónico y de concierto y la inolvidable Catedral.
Su ejecución impecable reúne los dones de la técnica y el sentimiento, la interiorización fecunda y despierta, sabia y sentida de autores y temas, la maestría y el florilegio interior. Con ella y con los autores interpretados nos condujo a un espacio melódico universal donde se hermanan las creaciones en una especie de lazo cinético sonoro que nos permite vislumbrar una nueva Melopeya universal. Debemos dar las gracias a la embajada paraguaya por traer a tan selecta representante de la música y permitirnos degustar sus inapreciables dones acústicos. Y, sobre todo, gracias a Berta, por existir, por ser tan exquisita.