La
muerte de las dalias
Por Fabián Núñez Baquero
03/10/18
A
Blanquita, heroína de flores y de vida
Una
invasión de caracoles
exterminaron
a las dalias,
lo
supimos después
de
ese domingo
en
que tu ausencia
sembró
silencio y nada
y nos
dejó el hueco del espino.
Después
de todo
les
faltó tu soporte, tu mirada,
el
cariño hacendoso de tu mano
tu
presencia de agua y de cuidado.
Tan
simple como eso,
única
hortelana de la vida,
jardinera
acuciosa cotidiana ,
corazón
de vergel,
guardiana
de los lirios.
Les
faltó tu voz,
conversadora
gentil de la floresta,
tú
que sabes de savias y de dalias
que
conoces los nombres y adjetivos
que
sabes poner nervios y antenas
para
charlar con ellas en el huerto.
Y
ahora solo queda ese recuerdo
de
primorosas dalias en el aire...
Solo
eso faltó,
tu
insólita presencia
ante
nuestra torpe ceguera de perfume,
nuestra
inválida mano que no ve,
nuestra
fiera condición
de
amputados de sentidos,
desterrados
mutantes sin planeta.
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