viernes, 13 de marzo de 2020

Virus contra virus

Virus contra virus

Por Fabián Núñez Baquero
13/03/20


La lección es singular: el planeta se aquieta. El depredador mayúsculo no destruye con óxido y humo ( al menos no tanto y por ahora ) el firmamento. No destruye su oído,sus sentidos con el ruido. Los motores apagados y las ciudades silenciosas pregonan una mejor salud del cuerpo y de la mente. Que truenen y vociferen los mercados, las bolsas de valores, que la ganancia voraz silencie su hocico y que los mercachifles del globo les acometa el pánico.

Una cosa es cierta: contra el feroz virus del capitalismo ahora-al menos por un tiempo- se enfrenta el también letal corona virus. Como si una guerra bacteriológica fuera necesaria para detener el suicidio colectivo a base de gasolina y carbón y del delirio por fabricar dinero y producir con vértigo para la ganancia. Estamos en emergencia, en cuarentena y el cielo se limpia y la naturaleza se alegra, la vida profunda vuelve a su cauce. Pareciera que se produce un llamado de la selva, un recado de las más profundas bases naturales. Como si quisieran retomar la utopía romántica de un nuevo Robison Crusoe o a un nuevo y milenario Edén promisorio. Talvez la naturaleza con medios drásticos nos está diciendo que es posible volver a la feracidad, inocencia y opulencia de tiempos remotos pero ahora con medios técnicos y con la portentosa ciencia por delante.

¿De qué sirve tanto bullicio y tanta proliferación de gases, tantas poluciones químicas si la especie no puede controlar la sanidad de la capa de ozono, si no puede respirar carbono o cubrir su cuerpo de la lluvia ácida? ¿Para qué ser billonario si no tenemos frutas o la Tierra se vuelve estéril?

Parece que solo un virus combate a otro virus. Un virus biológico detiene la demencia del virus del capital, de la monstruosa depredación letal del hombre contra la naturaleza.

Ahora más que nunca el hombre debe darse cuenta de su esencia débil e inerme frente a especies- los insectos y virus- que detentan el 80% de poder en el planeta. Puede y debe darse cuenta de que la vida real no es ganancia, beneficio, la carrera loca por la riqueza o la irresponsable fanfarria por obtener placeres egoístas, baladíes.

Por la ganancia va a la guerra, a las masacres, al genocidio. Por el lucro no vacila en preparar la guerra nuclear o bacteriológica.¿ De qué le sirve ahora caminar con el signo del dinero en los ojos? Un virus puede exterminar la especie y todo culminará para la humanidad, aunque las otras especies- y eso es un hecho, porque son una mayoría del 80%-continuarán viviendo.

La reflexión más inmediata es: el hombre puede, debe vivir sin el estruendoso parque automotor que consume millones de toneladas de combustible fósil. No hay necesidad de producir tantos vehículos individuales a diésel o a gasolina, es mejor producir para la colectividad: mejorar sustancialmente el transporte colectivo¡y que sea a electricidad, a energía limpia basada en el viento, la química o el sol!

El covid 19 nos enseña que no hay que producir para el lucro sino para cubrir las necesidades más apremiantes y sustanciales. Hay que sustituir el trabajo por la ocupación: todos ocupados, pero no sujetos a la esclavitud salarial y que, por cierto, todos tengan cubiertos los rubros de alimento, vivienda, salud en las mejores condiciones. El nuevo virus nos enseña – si sobrevivimos.que podemos vivir de otra manera: sin gases contaminantes, sin drogas, sin comercio, sin depender de la gasolina, usando bicicletas, nuestros propios pies, construyendo excelentes transportes colectivos, anulando en lo posible los carros particulares y ocupándonos de todos y de cada uno.

Humanicemos las ciudades o, mejor, hagámoslas como si fueran villorrios con todos los instrumentos más modernos, sin la redundancia de neón, de publicidad, sin la vanidad del dilapidador egoísta, sin los cláxones arrogantes de los chóferes metropolitanos inflados de presunción, sin motocicletas listas para el arranche y que contaminan de algazara estúpida e inútil.

El covid-19 es un virus- si sobrevivimos.- que nos da lecciones de una nueva vida, un nuevo mundo, sin el virus de las bolsas, sin el virus de la ganancia, sin el virus del capitalismo.

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¿Hasta cuándo?… P or Fabián Núñez Baquero 18/03/22   ¡ No más guerras por Dios! ¡ No más negocio...